LA PEQUEÑA MUERTE : MISTERIO DEL GÓLGOTA.

 

Casi siempre, y cualquiera que sea la corriente iniciática, los Aprendices, Neófitos, o Estu-diantes, verdaderamente «enamorados» del esoterismo, buscan en primera instancia y con una cierta avidez recetas de magia, pensando que la Iniciación solo se resume en lograr conocer algunos poderes secretos…

 

En realidad, es a medida que se profundiza en su Búsqueda cuando se descubre que, en ningún modo, no se pueden mover auténticas Formulas y Claves mágicas sin haber comprendido a Dios y a la Creación en todos sus Engranajes Metafísicos. Pues, aquí, se Toca a Entidades de Arquitectura, dotadas de Inteligencia y Conciencia, totalmente Libres, tan como a Reflejos Elementarios y Elementales, que son Fuerzas no-canalizadas, o jerárquicamente agobiantes, hábiles y prestas a desvalijarnos de nuestro «azogue». Ateniéndose a la ingenuidad y la precipitación exhibida por ciertos Neófitos, estas Fuerzas pueden jugarse con él, como originar lesiones psíquicas graves. Es por ello ineludible respetar algunos requisitos antes de aventurarse en algunas prácticas mágicas.

 



 

Si la Iniciación de Vía Seca es por una Vertebración del Ser, rápida y densa, sin embargo, la Tradición Primordial instituyó distintas fases de la Alquimia del Ser que corresponden a diferentes estados que el Neófito ha de recorrer.

 

Proceder a un trabajo de Limpieza es el paso preliminar. Implica el reconocimiento y, por supuesto, el abandono de lo que nos encadenan y nos determinan; a todas luces, las fuerzas negativas del Ego, la sumisión a los instintos, los prejuicios y tabúes espirituales o físicos que nos sujetan. Unos cuantos determinismos arraigados en el inconsciente por la educación recibida, el contexto social en donde vivimos, o las creencias religiosas adquiridas, que hay que llevar a la luz de la conciencia.

 

Así este proceso Iniciático de Limpieza impone el replanteamiento general de todo un mundo adormecido en su propio «confort». Ya que, para poder Subir mentalmente en las Abstracciones de las Arquitecturas de Dios y Dominar este Universo de Fuerzas, es necesario liberarse de todas estas fijezas mentales que trastornan la conciencia, nos atrasan, y fi-nalmente, nos mantienen en la ceguera.

 

La toma de conciencia es el primer Escalón por donde hay que pasar para volver a empezar todo de cero. Y aquí, para alejarse, el Neófito ha de dejar sus Metales, tal como suele de-cirlo la Tradición Iniciática.

 



 Esta dejación equivale a «matar» al Viejo Hombre en sí mismo. Es un Juego ennoblecedor en donde se «paga» con su persona… ya que el Ego, que era descaradamente orgulloso en su individualidad, se encuentra completamente descuartizado entre el yunque de la Fragua y el Fuego del Atanor que quema lentamente su armazón caduco. Cocción de purificación a fuego lento, que hace de esta etapa un tiempo siempre demasiado largo, repleto de amargura y de decepciones, de rebeliones y de fermentaciones. Por eso, el héroe Crístico del Grial no combate animales feroces o temibles dragones en la Selva Encantada, si no combate contra sí mismo, tal como sucedió con Don Quijote ante sus ilusiones.

 

En aquel momento, confrontado a su propia nada, habiendo acabado por aceptar el Juego del replanteamiento, el hombre accede a la desnudez y entra en el pavor de la noche mística. En el negro silencio de las ausencias y abandonos donde el ser florece con un gran bramido por encima de los rugidos de sus demonios internos. El Neófito entra entonces en la experiencia del Vacío y toca su finitud, su imperfección, su inadaptación, en definitiva la fragilidad de su tranquilizador sistema. El Vacío producido por la pérdida de sus marcas y fundamentos caducos produce una Apertura, dinámica del Despertar, que desemboca sobre la Metamorfosis y el Renacimiento esperados. Pues, esta disolución saludable, cumplida en un total desapego, permite el acceso a un estado superior, sublimado, y el Vuelo puede empezar. Cuervo azul. Paloma blanca. Pavo Real. Hasta el Gran Magisterio de la Rubificación del Iniciado.

 



Cualquiera que sea el Camino emprendido en su Búsqueda, el Neófito ha de recorrer esta fase preliminar, en su interioridad, sufrida como una pequeña muerte, puesto que está pron-tamente seguida por un renacimiento. En realidad, en este ámbito, no existe otro acceso que esta necesidad esencial de la muerte alquímica con un objetivo de sublimación y de transfiguración del ser. Y, paradójicamente, no es el éxito sino el fracaso él que marca nuestro Reconocimiento. La situación de fracaso es primordial. Las pruebas y las trampas están aquí para nuestra Mejora. Para asentar nuestro Valor demostrado. Es el juego de la Fragua. Y la Fragua es Ley. Es así que Dios nos Ama, nos Distingue, y Nos Aspira, hasta Fundirse en Él.

 

Al contrario de lo que muchos piensan, confundiendo sus deseos con la realidad, la Ley Di-vina no es una adaptación bonachona. Si para satisfacer sus límites, el hombre se proyecta en una visión que le dé seguridad, la realidad es bien distinta: la Ley Divina es Divina y no humana. Consecuencia ineluctable, la criatura no establece libremente las Reglas a las cuales está sometida. De modo que, el Gobierno de Dios reina inexorablemente sobre la Obra, y su «herramienta» es el destino. En realidad, un Determinismo al servicio de la Ley, a fin de desescombrar el fondo por medio de diferentes ajustes. Y aquí, por añadidura, el curso de los acontecimientos sufre las consecuencias de nuestros actos, y el hombre es crucificado por su propio destino del cual es actor soberano. De hecho, las pruebas se suceden como fuego salvador, como crisol ineludible y necesario para hacer obra de redención y expiación.

 

 

Morir en sí mismo es semilla de la resurrección. No puede ser tomado como un fin en sí. ¡Es por eso que la pequeña muerte nunca mató a nadie! Porque en esta forma de nada, ya se leen los signos de una futura recuperación, y porque le pase lo que le pase al hombre, siempre halla en él lo necesario para superarse. Sólo se trata de situaciones complicadas, y es precisamente en estas situaciones-límite donde se mide la grandeza del hombre. Hay fracaso únicamente cuando todo está perdido. Ahora bien, en medio de las peores adversidades, el hombre nunca es abandonado, y nunca está todo perdido. Dios sigue siendo con nosotros el Emmanuel y comulga en nuestro destino.

 



Por ese motivo, la vida de los hombres siempre es grave, cruel, trágica, patética, pero su-blime. El fracaso es una Apertura en la reforma de uno mismo, necesaria e ineludible, ya que la acción obstaculizada abre a todas las posibilidades, principalmente la de la Rectificación esperada. Superándose, el hombre crece.

 

En realidad, no puede haber evolución sin oposición. Pues, bajo la forma, la oposición es espíritu crítico, es una especie de policía del espíritu y el fracaso debe ser liberado de este subjetivo sortilegio de derrota desde el cual nada puede cobrar impulso. Esta filosofía positiva parte del principio de que se experimentan los fracasos sin sufrir el Fracaso, puesto que para que exista mutación, el obstáculo sólo debe ser un momento de transición, un instante de purificación, un rito de pasaje, una Pascua. Es el paso de la esclavitud a la libertad por medio del sacrificio, al igual que el cordero pascual.

 

No olvidemos el Ejemplo dado por un Dios, que bajó en la encarnación para hacer Obra de Redención por su sacrificio libremente asumido… Así que, si vemos claro los símbolos que rodean este Divino Pasaje, aquí «abajo», nuestro Camino es a imagen de este «Dios», es decir, Cristico. Lo que implica que la Pasión de Cristo es la Vía.

 

Entonces, a imagen del Divino Arquetipo, el hombre carga con su destino como Cristo cargó con la cruz. El sufrimiento es su expiación, un régimen exigido e ineluctable para el alumbramiento de su conciencia y su elevación a través de la «cruz» que representa la experiencia. Es pues en su carne, por medio de las fraguas aplicadas, que el hombre asciende la escalera de la salvación. Por eso, en un Sendero Iniciático, se dice a sabiendas que: hay que bajar para subir

 



Para actualizarnos, la Luz del Cordero nos indica el Camino « ¡Muere y llega a ser! ». Es una «luz» firmada por el Fuego alquímico, que sólo puede «quemar» las escorias de la imperfección humana, lo cual requiere ineluctablemente la «crucifixión» de la materia emprendida, en el color ensangrentado e imprescindible de los vencedores.

 

Si nuestro destino es crístico, también era sacrificial. Pues, la Vía Real es dramática. Ser la condición del cordero es signo de amor, sacrificio y perdón, y conduce a la Piedra hacia lo púrpura. El Gólgota está delante de nosotros, inflexible, firmado con la sangre del calvario y del sacrificio. Como la prueba hay que vivirla, nos vemos obligados, por naturaleza y condición, a soportar las opacidades que nos reniegan, nos hacen ridículos, y al final nos conducen a la muerte. La vía del calvario es para todos, inexorable, una condición universal impuesta, cargada paradójicamente con los mayores beneficios y virtudes más insospechadas.

 

Desgraciadamente, la naturaleza humana es demasiado débil para avanzar sin presiones, y la experiencia de la derrota sigue siendo útil y formativa. Supone un factor de renovación absolutamente estimulante que, a largo plazo, debe engendrar una dinámica de evolución. El horror del cambio puede conducirnos a huir, por falta de coraje o por miedo, incluso por las mejores razones de mil debilidades, porque él que rechaza el enfrentamiento retrocede ante el esfuerzo a realizar, se destruye y finalmente se disuelve en una dispersión de la per-sonalidad.

 

La huida y la renuncia conducen a reproducir en otro lugar, y de un modo más potente, lo que no ha sido aceptado, porque lo que no se acepta no puede finalmente ser transformado y aún menos sublimado.

 

La Verdad siempre acaba por imponerse. Las máscaras se quitan. Es solo cuestión de tiem-po. Todo «conflicto» no resuelto bloquea el tiempo, que es percibido como una bilis negra llena de melancolía donde todo ha de decantar y pudrir a su ritmo hasta llegar inexorable-mente a la mutación. En caso de que los instintos sujeten, el orgullo domina y no se puede asumir un nuevo escalón de Aceleración.

 

De hecho, haciendo resplandecer la Ética Templaria, los tres Votos Cristianos que eran útiles para Avanzar en este Camino Alquímico, no concurren a ninguna Ofrenda. No pueden resplandecer la pureza del espíritu, la humildad ni la tolerancia. Y, como la misma cantinela, es un Non Nobis recitado sin cabeza que, por fin, «prostituido», no significa nada de auténtico. Con esta actitud, el Neófito aparece como una muralla de granito, prisionero en el caparazón infernal de aquel que no ha comprendido realmente el Juego, cuando era el momento de Limpiar la Ruta que Conducía al Claustro de Luz. Quien no Avanza, retrocede. Desde luego, la Puerta de este Templo que deseaba conocer, se queda completamente cerrada, y para el nada puede verdaderamente ocurrir, aún más: ¡Mágicamente!

 



Entonces para «triunfar» en el Mundo de «arriba», y estar Reconocido, luego Oído en sus Operaciones mágicas, habrá que comenzar por «bajar», es decir fracasarse en este. Aceptar la Reforma de uno mismo… No hay otra vía de trascendencia.

 

Algunos ya rechazarán esta visión que puede parecer negativa, quizás un poquito masoquista, no obstante, es nuestro «caso» en Dios. Las necesidades de un «Gólgota iniciático» son un determinismo cuya razón oculta a menudo es incomprensible para el profano…

 

Querer Iniciarse es un camino difícil, reservado a una clase de «elite», potencialmente más potente que los demás, que aceptan en conciencia las vicisitudes de un Sendero de fuego, hecho de pruebas, de caídas y, por supuesto, de rectificaciones saludables. Si no, se trata de una falsa Tradición, de una Iniciación quimérica maquillada en Sabiduría, de un engaño azucarado lleno de ilusiones infantiles sin cualquiera Madurez ni Realidad. En cuanto a Dios, se dirige a las «almas de élite» que más que ninguna marcan la cadencia, puesto que la Evolución Alquímica de Vía Seca nunca se produjo en beneficio de la humanidad entera, sino de la minoría. Los Templarios lo sabían indudablemente, ellos que fueron seres excepcionales…

 

En consecuencia, antes de dárselas de Mago, primero, conviene recorrer un proceso Iniciático hasta resucitar de la pequeña muerte Alquímica, que como hemos visto está llena de Virtudes y, segundo, ascendiendo los Planos, lograr Conocer realmente las Arquitecturas Metafísicas de la Creación. Jugar al Demiurgo, Tocando a los Poderes Ocultos, –lo que atrae todo el mundo demasiado rápidamente en el umbral de la Iniciación– con toda certeza, queda en una bella ilusión, no sin riegos. Pues, la Vía es siempre al riesgo de Perderse, por lo tanto no sirve de nada tentar al diablo…

 

¡De cuantas ilusiones se vestía un Camino supuestamente Iniciático, imponiéndose como el trampolín de todas las superioridades! La verdad a menudo hace daño, y hasta ahora siempre se ha impuesto con la sangre y las lágrimas. 

 

 



¿Porque el ser humano puede « RESUCITAR »? ¿Qué sobrevive de él? ¿Y porque?

 



No se puede negar que Dios es un invisible que disfruta de una facultad mental ilimitada y eterna, toda poderosa e indestructible, desde siempre y para siempre. Si se hubiera tenido de describir su Naturaleza, en primer lugar, se diría que, siendo un Principio incorporal, es una Esencia, lo que le constituye fundamentalmente. Es decir, Espíritu. Deriva que, lógicamente, Dios preexiste a su Creación, y que, en consecuencia, se puede proclamar que el Espíritu precede la Materia, visto que Dios la crea desde su Espíritu Creador y que, como compo-nente fundamental de lo Divino, por naturaleza misma, aunque sea parte de una Materia, todo espíritu humano tendrá la virtualidad de ser también: “eterno” e “indestructible” relativamente, estando en la Relatividad General.

 

Así que, creado « a imagen de Dios », el ser humano heredó de la misma facultad mental que le permite de Pensar, con más o menos inteligencia… de ser dotado de Razón, de poder Crear y de tener una Consciencia de sí, individualizada. Es lo que se llama la Parte-Dios. Es una parte divina en nosotros; una forma de « encarnación » del Principio Divino en la Materia que, de su Estado Absoluto, pasa a una forma de espíritu encarnado, el resultado de su Querer de Manifestarse.

 

Por lo tanto, el ser humano está sujeto a un entorno de vida relativa, en efecto, vive en un mundo limitado; todo lo que tiene un comienzo, tiene un final; todo lo que vive, muere; así que la eternidad potencial de su espíritu se verá determinada a una forma de inmortalidad limitada, conforme a su condición adánica y sus Medidas de microcosmos.

 

¡Bien! Mientras tanto el ser humano posee un cuerpo. Entonces: una parte sutil e invisible y otra espesa y visible. Por lo tanto, para bien entender lo que ocurre con la muerte, en su constitución de base, el ser humano es compuesto de un Espíritu, de un Alma y de un Cuerpo.

 

Así que, cuando un Hombre fallece, los lazos entre la parte espiritual y la parte material son rotos por el Ángel de la Muerte. Es un fenómeno ya observado cerca de un cuerpo difunto cuando el Cordón de plata se corta y que la parte espiritual, sutil, abandona el cuerpo. Co-rrespondencia natural, lo sutil se desgarra de lo espeso: la Materia vuelve a la Materia y el Espíritu tendrá la propensión de volver a su Origen1.

 

[1] LIBRO DEL ECLESIASTÉS 12:5-6-7: Porque el hombre se va a su morada eterna, mientras las plañideras rondan por la calle. Sí, acuérdate de él antes que se corte la hebra de plata y se quiebre la ampolla de oro, antes que se haga pedazos el cántaro en la fuente y se rompa la cuerda del aljibe; antes que el polvo vuelva a la tierra, como lo que es, y el aliento vuelva a Dios, porque es él quien lo dio.

 

De repente, el cuerpo se encuentra sin principio animador, cesa de moverse, de vibrar, y, por supuesto, no posee más fuerzas de cohesión, lo que provoca su desagregación, su descompo-sición, hacia volverse un humus nutritivo para la naturaleza circundante.

 

Por consiguiente, cuando la Religión dice que el Hombre « resucita », la « resurrección » no puede ser más que espiritual, pues nadie todavía ha visto un cuerpo volver a la vida, resucitar…

 

Por otra parte, es indiscutible que un conjunto de leyes, que son constantes físicas inmuta-bles, estructuran nuestra realidad material, tal como la equivalencia entre la energía y la masa; lo que fue expresado por la formula famosa de Einstein: e = mc².

 

Así que, si la masa de una sustancia aumenta, la cantidad de energía aumentará proporcio-nalmente. Aumentando la masa de su espíritu, es decir, su densidad con el crecimiento de su consciencia, el Hombre tendrá la Posibilidad de acercarse de una forma de eternidad relativa.

 

Más consciencia = más densidad = más potencia = más energía = más luz = paradójicamente menos gravedad.

 

De forma que el Espíritu se Eleva y Ascensiona naturalmente, sobreviviendo por medio de su propia Energía. He aquí las Posibilidades dinámicas de un « cuerpo espiritual » resultando de la Ley del Creador.

 

En su estado natural, el espíritu es una Fuerza, una Energía. Parece a una “batería” que al-macenaría y acumularía cargas que, en un momento dado, restituiría. Cualquier materia, tal como cualquier espíritu, es eléctrica. Pero, cuando se hace una materia condensada produce un cuanto de vibraciones, un paquete de energía que empieza a resplandecer, a producir luz por descarga eléctrica. Es una ley en la Materia.



Cogemos ejemplo de un maestro espiritual que durante toda su vida « fraguó » su espíritu, a su fallecimiento, su « batería » se encontrará llena, habiendo acumulado una verdadera fuerza eléctrica vibrante que no parará de emitir mientras haya una carga. Así que, si la parte corporal se desagrega por falta de principio animador, el espíritu que ya tiene la especificidad de ser « eterno » seguirá pensando, consciente de sí mismo, y esto, proporcionalmente a la energía positiva adquirida.

 

Tanto más cuanto que, como preexiste a la Materia, el Espíritu no necesita Materia para existir… o para seguir a existir en este Universo, que es el suyo.

 



La Entidad que se « despierta » es un punto de focalización de energía que resiste y se impone INDIVIDUALIZADO ante las fuerzas que actúan en este universo de las ondas. Verdadera bola de luz a imagen de las aureolas de los santos, resplandece en las tinieblas. Ahora bien ¡todo el mundo no “resucita” automáticamente!... Pues, si nos complacemos a repetir sin demasiado “consciencia” que Dios es Bueno y Amor, por lo tanto, es al mismo tiempo: Rigor y Misericordia. Sin rigor en el Universo, no habría Leyes divinas que regirían la creación, no habría justicia, y sería el desorden, y, por supuesto, el caos. Lo que negaría la Existencia misma de Dios... Por eso, existe un juicio particular que espera cualquier espíritu humano. Se entiende perfectamente que todo el mundo no pueda ser elegido de la misma manera, visto que cada uno de nosotros podemos producir un balance positivo como negativo, ni tampoco gozar del « paraíso » al mismo nivel de Beatitud. Hay seres elevados vibratoriamente y otros mediocres espiritualmente



Aquí en Dios, en su Universo, como en todo, una nivelación general sería una caricatura de justicia, solo es justicia una jerarquía basada sobre el Valor demostrado. Así que, este juicio particular puede estar la causa de una segunda muerte: la del espíritu que faltaría de densidad, es decir de energía. Es aquí que se plantea el Infierno de las Religiones y sus Consecuencias ineludibles. La perdida de la Individualidad consciente de sí mismo, estando diluido, refundido en el Vacio de la Matriz humana de base.

 

Algunos podrán plantearse lo que adviene, por ejemplo, con los animales… Con respecto al Animal, todo el mundo coincide en reconocer que existe una jerarquía entre los diferentes reinos de la naturaleza. En efecto, si por crescendo natural en el curso de la Evolución, unos Asuncionan, otros Ascensionan. En cuanto al animal, reacciona con respecto a sus instintos. No Razona. Ni tampoco tiene la Conciencia que existe una Transcendencia Divina. Entonces, por natura intrínseca, se encuentra en una condición, animal, que no goza de la potencialidad de "fraguar" su espíritu, como el ser humano Sapiens, de aumentar su conciencia ante la Mirada de Dios, de rendirle un culto o aun de darle una Ofrenda...

 

Es lógico y comprensible que los reinos van hasta donde pueden vibrar, y aquí, la Primacía pertenece al género humano que justamente « salió » del Animal por saturación de cualidad.

 

En los diferentes reinos, el Hombre es el único a poseer una consciencia, a haber descubierto Dios y rendirle un culto. Es el único también que recibió el Sapiens, esta Parte de Éter divino, que le permitió de disponer de una autonomía individual acentuada, por extensión: de tener la Posibilidad de « resucitar » por conciencia densificada en su encarnación.

 

Es cierto que, entre los diferentes escalones evolutivos sobre la Tierra, el Hombre es el peldaño elegido que ocupa una posición privilegiada por la Calidad que le anima. Lo que traduce un acabamiento, quizá un coronamiento celeste, puesto que ningún reino le supera, y queda el único a gozar de un doble aspecto, de una existencia consciente en la encarnación y en la desencarnación con esta Posible prolongación de su individualidad pensante.

 

Como lo pretendían las Religiones, en efecto, el ser humano puede « resucitar ». Primero, solo será una supervivencia espiritual, y, segundo, dependerá de unas Condiciones, de unas Leyes, queridas por el Creador, por las cuales el ser humano queda el único a poder Elegirse o Perderse, con su propio libre albedrio.

 

« Esenciar en la existencia para Existir en la Esencia » es la Clave para poder Comulgar con la Luz Crística de nuestro Nivel, en una Dicha inefable y relativamente eterna. Así es nuestra Meta, nuestra Condición

 

X



DE SANGRE Y DE LÁGRIMAS.

 

Artículo de vulgarización de “Arcanos Solares”, o extracto de “La Búsqueda del Grial”.

Los Maestros pasan en los templos, y de una Palabra, de un Gesto, pulverizan a los ídolos, tal, como lo hizo Apolonio, tal como lo hicieron otros, sin hablar de Jesús, que con el mismo espíritu de  Saneamiento,  expulsaba a los mercaderes a latigazos, lejos de la misma plaza. Esta actitud de los Sabios ante estatuas y baratijas, se debe al hecho de que el Adepto conoce el peligro que corre, para la muchedumbre,  confundir muy a menudo a Dios con el objeto.

 

Todo el mundo no puede  Aprender, pero esto no es una razón para perderse.

 

Entonces, Satán (recubierto con luz falsa con el fin de engañar mucho mejor) acecha a las almas que tienen sólo una buena intención como defensa. Sus pomposidades, sus desviaciones, sus facilidades, sus obras en una palabra, extravían pronto al pobre Peregrino, que sin un escudo verdadero, se deja invadir (y vampirizar), sin discernimiento, por una avalancha de dulces necedades e invenciones mojigatas y pérfidas del Maligno. Al actuar sobre nuestra debilidad, inventor de sensiblerías, alejándonos de la Sal y del Sentimiento, la Sombra se nutre de nuestro Dinamismo tan pronto como ella nos mantiene  por una  creencia gratuita.

 

– Un soporte, un objeto, concurre a los Ejercicios del Culto. Expresión de Saber y de Amor, Trampolín entre Dios y el Hombre, el objeto, a este título mecánico (tal una llave que permite abrir una puerta) puede ser Manipulado por el Iniciado con el fin de ayudar a sus Proyecciones y a sus Vuelos. Sirviendo aquí a la Fe de modo positivo, el soporte, entre ciertas Manos,  puede ser por consiguiente un recurso lógico.

 

... Sin embargo, al lado de los que saben el "Por qué" de los utensilios en el Arte Sacerdotal, existen por desgracia (y es cantidad) aquellos que ignoran todo, y que, desde entonces, inconscientemente, creyéndose buenos Católicos, Budistas o Musulmanes, caen en realidad en la más triste idólatra.

 

 

 



Es para aquellos, con el fin de advertirlos,  que dirigimos estas líneas:

 

– " ¡Habéis pensado, mis amigos, que estamos hechos a la imagen de Dios, y que por tanto, en nuestros límites, somos un Epicentro (centro de la rueda), capaz de emitir Energías (rayos de la rueda), cuyo Resultado no es otro que el contorno de esta misma rueda!

... En nuestra Relatividad, somos Por todas partes un Absoluto que dispone de Relatividades. Por consiguiente, si el Padre (La Unidad) engendra una Creación Perfecta donde el Resorte constatado es la Dualidad, esta Creación, aunque Perfecta, puede, en sí, a su vuelta, ¡oh! Libertad (azufre), Componer bien o mal. (Vista α Metafísica abstracta del Gran Problema, definido en "Arcanos Solares"; luego Vista ω Operativa concreta de este mismo Problema, cuya definición intervendrá en " la Búsqueda del Grial ").

 

Nos colocaremos objetivamente, es decir como alquimista concreto, frente a los prodigios de los ídolos o las estatuas (objeto de este artículo), diremos,  fortificados por la Ley en ω:

 

1ª  por naturaleza, la muchedumbre obedece al régimen instintivo, esto corresponde con lo femenino. (Despliegue inferior de las Potencias Ocultas, yendo del sexo al corazón.

 

2º El iniciado, es Razón, Luz, Masculino; y, si cubre todo el Juego de las Fuerzas Ocultas, de Sexo a Cabeza, Cumple sobre todo por las Potencias que van del Corazón al Coronal. (Este Juego = Solar, 8.)

… Así, tanto en Economía como en Religión, una muchedumbre sin líder verdadero, puede emanar algunos temibles fluidos empíricos, capaces de todo, a ejemplo de los monstruos legendarios carentes de Inteligencia pero no de vigor. (Ceguera, histeria, mundo pesado de los Cíclopes). Un muchacho curará brutalmente de un esguince en una encrucijada de caminos, y verá allí un milagro, hablará de eso emocionado, hablará de eso conmovido, deslumbrado, y el pueblo enseguida contribuirá con una estatua cuyo lugar residirá en lo sucesivo en la encrucijada de estos caminos. Un culto se hará, una construcción se elevará, acudirán numerosos lisiados,   algunos mercaderes les aliviarán, la misma tierra del lugar se encontrará impregnada de estos efluvios (fe + oscurantismo), así que el astral, en este punto deseablemente magnetizado por estas proyecciones, se excitará, dinamizado, electrificado... y entonces allí, sí, verdaderamente, pero de un modo Lunar, algunos prodigios algunas veces podrán comenzar.

Inconsciencia, creencia baja, fetichismo, miedo pavoroso, sacrificios temporales, alimentarán pronto una larva ingenua sacada de las entrañas del pueblo; y esta vejiga que no podrá subsistir más que por las vibraciones de este pueblo infantil, confundirá a su esclavo con algunos juegos de malabarista, extasiándole, con el fin de beberlo mucho mejor. (Pobre  pagamento; un curado  para un mal mayor y que nunca se sabrá; válvula de seguridad del depósito que funciona aquí con el fin de que no estalle, saturado de fuerzas vivas)

 

El vampirismo, la brujería, la idolatría, se darán un festín, hasta el día donde, femenina, la muchedumbre después del coito, marchará hacia otra quimera que engendrará de nuevo y  en otro lugar. Las falsas divinidades entonces decaerán; el invierno, el hambre y la muerte para ellas habrán llegado. (Visión astral de Juliano el Apóstata que realiza a los dioses de la antigua Roma, decrépitos, hambrientos, moribundos, a principios del Cristianismo, mientras que la masa abandona los templos)

 

…¡Un Imperio construido sobre arena, es siempre como termina el reinado de las estatuas, cuyos milagros son robados a la multitud delirante! ¡Por desgracia, no es otra cosa!

 

“Trampolín eternamente cándido, utilizado como provecho, ¿cuándo pues, Humanidad, acabarás por ver Claro? – ¡Tu Dios, tu Salvación, la Verdad, se encuentran en la Iglesia–Ciencia de los Últimos Tiempos, que afortunadamente, ya han Llegado! Sólo, el “Paráclito” es capaz de derrumbar las fantasmagorías para siempre, sólo él es capaz de limpiar las establos de Augias, ¡pero todavía hace falta que desees al Redentor y que le Llames... es la Ley!”



Análisis mecánico de... "los Milagros" provocados por los ídolos.

– Los profanos, a decir verdad, sólo piensan en rezar cuando todo anda mal. Una debilidad, un egoísmo, les guían en este laberinto.

 

Resultado: una emanación dolorosa sale de ellos mismos la cual va a impregnar la estatua, o soporte de su fe interesada.

 

Las Generaciones que actúan en un sentido idéntico, acaban, de este modo, por saturar intensamente el objeto venerado, de tal modo que: por poco que este último sea esculpido en una madera o en un metal receptivo, incluso colocado bajo un ángulo adecuado en una arquitectura de piedra formando concentración hacia él, algunos fenómenos pueden entonces producirse en el momento más inesperado, incluido hasta mucho tiempo después de que el juguete deje de gustar.

      



... Estos fenómenos dependen siempre de un derramamiento de sangre o de lágrimas. La razón de tales llantos es muy simple: la emanación del suplicante, del creyente, del médium inconsciente, es dolorosa: la vibración  liberada es naturalmente semejante; la acumulación de  ondas por el ídolo son obligatoriamente lo mismo.

 

Resultado: un día, cuando en el astral de la estatuilla una condensación perfecta se encuentra realizada (digestión Alquímica), una transmutación, una restitución de los fluidos en el mundo de las formas puede repentinamente aparecer. Y allí, sangre o lágrimas  correrán, testimonio de dolor, fin normal, resultado material, mera Correspondencia, término del Juego del que acabamos de hablar. (Centro, rayos, y contorno de la rueda).



Luego, (y a menudo, a pesar de las Iglesias que tienen razón de ser circunspectas en estos dominios), la zarabanda, las locuras de una masa primaria y fanática empezarán de nuevo, incontinente, alrededor del moderno “becerro de oro”, en lugar de acabarlo. No preocupándose de ninguna manera de saber si esta “Luna” es blanca, negra, o convertida en negra después de haber sido blanca (derivada por los intereses que mariposean alrededor), cada uno quiere “Coger” a la diosa, al mismo tiempo que “proporcionarle” y afirmarle su desinterés... (Entre tanto, en esta  justa, Satán gana, y el hombre pierde)

 

Llamad y se os Abrirá”, “Pedid sin rodeos”, “Atreveos a Explicaros”, son las más Grandes Claves de Obtención  y que jamás lo serán las prosternaciones histéricas e idólatras.

 

“Joven Peregrino, ¡ya es hora de  abandonar estos “cachivaches” en provecho de Dios solo, y de no confundir más la “Luna” y el “Sol”! ¡Hay que desocultar lo Oculto!

 

... Los mercaderes pueden cacarear, decirse los primos del “Visionario”, haciéndose llamar Isaac, Abbabadjan, o Sternikof... su caravana no debe en absoluto extraviarte, ni pararte un solo instante.

 

... ¡Deja tus muletas y ponte en marcha; Devuelve a Dios solo lo que pertenece a Dios; ¡ Abandona los Senderos Lunares, y Toma la Línea Solar, Único Trazo de Fuego! »

 

 

RADOUR