El Temple fue en su proyecto un núcleo de Caballeros instituidos para proteger los caminos que conducían a Tierra Santa. Se forjaron rápidamente en lo que se podría llamar “la élite de su época ”, tomando cuerpo por medio de sus constructores, militares, pensadores, financieros… En cierta forma iban a la vanguardia del progreso.

 

Fueron los primeros en pensar el sistema bancario del cheque y del billete valorando las consecuencias de una buena gestión, de donaciones, con un espíritu diplomático y de entendimiento hacía los musulmanes y otros, con el fin de mantener los lazos que existían entre ambas familias, antes de sus enfrentamientos. Fueron la inteligencia indiscutible de su tiempo.

 

Sostuvieron físicamente hablando al artesano, al alma de los oficios, al dotado y al que quería trabajar para expresarse, manteniéndolos pecuniariamente y devolvieron a la nobleza, su sentido protector por un tiempo. Codificaron la caza de modo que no fuera salvaje y estuviera preservada en ciertas épocas, encontrándose así en la base de la montería e impulsaron el apoyo a los cultivos y a la flora. Existía una protección al hombre y a la familia. Fueron motivados hacía un elemento de justicia de elevación del ser humano.

 

Era ya una élite de pensamiento y se atrevían a hacer cumplir su Ley. Se convirtieron en un verdadero poder de Estado, un Estado dentro del estado, o más exactamente fueron un Estado en Europa. Los mejores Caballeros tenían aproximadamente 50000 lanzas y cientos de miles de hombres a pie. Eran poderosos sobre el mar. Verdaderamente tenían todo entre manos y tenían la aprobación de Roma.

 

El esoterismo que algunos desarrollaron en paralelo, como las líneas nacidas de la iglesia de Juan, tuvo contacto con el Islam, e incluso llegaron hasta la puerta de Oriente. Roma los sostuvo hasta el día en el que Felipe el Hermoso y Clemente V, decidieron lo contrario, pero posiblemente los templarios fueron conscientes de que su Misión, al menos primeramente, fue cumplida, más bien que causada por una decadencia.

 

Estuvieron bajo el Manto, tras las novelas de Caballería, de la Tabla Redonda, de Caballo de Troya, en la búsqueda del Grial... buscaban los Altos lugares, como signo que les dirigiese para determinadas operaciones Teúrgicas, como la Bretaña, donde habitó el mito de Merlín, Inglaterra, el País Galo o la Rivera de Avon, encontrando personajes célebres como Arturo, Morgana, Merlín y Viviana que fue el Hada del bosque y el desarrollo de la Batalla de Salisbury.

 

 

 

 

 

 

Todo esto, el carácter humano, las intrigas, las trampas del camino, han sido devueltas bajo esta forma de demostración, por la cual los templarios eran Maestros en la materia, devolviendo así la misma Clave Eterna que se encuentra en todos los textos Sagrados, ya sean Orientales, Bíblicos, Griegos u otros.

 

En cuanto a la transmisión de su Conocimiento, el que un archivo hubiera sido transportado por manos más o menos hábiles para conducirlo hasta una persona determinada o fuera heredada por la Inquisición, no prueba en absoluto que éste sea el digno sucesor del Temple. Tenemos Asnos encargados de reliquias, no hay que confundir al portador con lo que lleva.

 

Por consecuencia, la sucesión del Temple queda abierto a la calidad del hombre, a su trabajo, su demostración y a su perseverancia. Pero el que se presenta con un archivo y dice " Siga mi penacho blanco ", sobre todo no lo haga, porque esto no representa nada delante del Espíritu, y el Temple tenía el Espíritu, y esto solo representa unos restos que no prueban nada, sino a los impenitentes que jamás sacaran nada de los reflejos.

 

A partir de esta Vía Temporal, a la que simbólicamente se le llama Vía Lunar o Vía Horizontal  que es la corriente de la masa, del colectivo, existía una Vía Solar o Vertical que posicionaba en la ética de la Orden. Como tal, se puede ser Templario perteneciente a un Cenáculo autentico o se puede ser de corazón y espíritu a partir de una ascensión en el mental, que hace que se reúnan los puntos de vista, las vibraciones y los fines de la Orden.

 

El Temple estableció siempre la Vía del Equilibrio cuyos pilares descansaban en los Tres Votos : Castidad, Pobreza y Obediencia, a saber entender no según la Letra sino en un Sentido más profundo. Es en la Edad Media y en Europa donde el Temple recoge la Antorcha heredada de Egipto, Grecia y más tarde los Esenios. Estos últimos a través del Apocalipsis de Juan, cantan el conocimiento del Trazo y de los Números. Fueron la bisagra entre un mundo antiguo y uno nuevo, continuando después con las Tres Marchas que comprenden el principio Sinárquico: Pedro, Juan y Santiago el Mayor; Negro, Blanco y Purpura, Colores de la Piedra, y como por casualidad, Santiago el Mayor, el Juez discreto y sin duda depositario de los Arcanos, detrás de las otras dos marchas, muere mártir en España.

 

Nuestros Templarios, nacidos de Santiago el Mayor, por personas que habían continuado la iniciación tomada en el Gólgota, a través de esta fuerte línea, debieron ser los que llegaron los primeros en la formación embrionaria de 1118.

 

Fueron también grandes Chamanes entendiendo el chamanismo como la relación del hombre con Dios, a través de la naturaleza puesta en movimiento, y por el hecho de inquirir la corriente de los cuatro elementos y el poder teúrgico de los tres reinos. Lo podemos encontrar en nosotros y descubrir en qué parte del cuerpo se encuentra. Podríamos aquí llegar a Kundalini a lo Oriental y a más cosas ya que no hay más que una Verdad inmutable donde se alcanza o no y donde se Entiende por diferentes niveles.

 

Así sensibilizados por la naturaleza, independientemente de la transmisión de Santiago el Mayor, tuvieron una transmisión Druídica que continuó bajo el manto desde el alba del Cristianismo, justamente en las tierras de Inglaterra, la Bretaña, Escocia, Irlanda y el País Galo.

 

Recibieron sin duda, por las Claves de la Naturaleza, Revelaciones Directas como en las grandes encrucijadas de la historia, fueron el Ergón responsable de su Tiempo. Tuvieron lazos iniciáticos y fraternales a través de las cruzadas, aunque hubieran descubierto cosas que les pidiesen callar como la Tumba de María, esto pertenece a un secreto del Temple, la cual habría estado en una necrópolis cerca de Juan. Cuando se descubre esto tras la Letra de la propia Iglesia, hace reflexionar sobre la Asunción, porque hay que saber que se trata de la Materia más que de un personaje histórico, y a partir de ahí, se pasa del estado subdiácono, al Estado Liberado, aunque en aquel tiempo les pidiesen silenciar.

 

Fueron grandes conquistadores, al igual que en la época del Temple, ellos ocuparon España por grandes familias como los Omeyas que dejaron vestigios históricos y arqueológicos, pero todo esto unido a la fina flor musulmana de la iniciación, siendo las grandes familias las que disponían del secreto y estas se encontraban en España.

 

Por tanto, La Misión del Temple es, por una parte, Rejuvenecer las religiones y agradecerles su esfuerzo, pero están ya sobrepasadas en el estado actual, si no explican en función de los Tiempos, repitiendo lo que fue válido en una época, pero que hoy ya no lo es. Así la famosa frase de Ir y multiplicaros no hay que tomarla en el sentido literal de la palabra, sino en el sentido de las Multiplicaciones de la Entidad en la Luz Divina. Y por otra, la Ciencia que ha aportado buenas cosas, nos hace recorrer kilómetros mientras que nuestro problema sigue ahí, no nos acerca más que una pizca a la parte Noble y Suprema, reservada por un Determinismo que nos envía por la Ley, reservada al hombre si quiere comprender.

 

La Ciencia debe comprender esto en su plan de descubrimientos y la Iglesia en su plan de moral transmitida, y entre las dos, la misión del Temple es de devolver las cosas en Vía Media, solo Vía Alta , Vía de Equilibrio y del Frontón del Pórtico. Lo que es lo mismo: Ciencia + Religión= Alta Ciencia.